Claro como
el AGUA
(del grifo)

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Desde CIAR queremos dar a conocer la excelencia de nuestra agua y fomentar su consumo en pos del medioambiente, el ahorro y la calidad.
CIAR, la empresa pública del Consorcio de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas “Plan Écija”, ha puesto en marcha una campaña de concienciación sobre las principales ventajas de beber agua del grifo frente al extendido uso de consumir agua embotellada.
 
Sabidos son por todos los inconvenientes medioambientales que provoca el uso de envases de plástico, siendo éste el principal problema que genera el consumo de agua embotellada, además de ocupar espacio en nuestro hogar, el esfuerzo de su transporte y el elevado precio frente al agua del grifo, hasta 300 veces más cara. A todo esto hay que sumar la excelente calidad del agua que disfrutamos en nuestra zona.
 
La calidad del agua y los parámetros que establecen las características necesarias para ser óptimas para su consumo, vienen reflejadas en el Real Decreto Estatal 140/2003 y en el Decreto Autonómico 70/2009. Entre otros aspectos, estos decretos establecen los niveles máximos organolépticos, responsables del sabor, contenido en sales y otras características que marcan la calidad del agua.
 
Tomando como referencia el contenido salino del agua, estos decretos establecen un valor máximo de 2.500 microsiemens/cm, siendo esta cifra el máximo permitido para que el agua sea óptima para su consumo. Teniendo en cuenta que nuestra agua suele tener alrededor de 250 microsiemens/cm, se traduce en un agua con baja cantidad de sales disueltas, menos sabor y más calidad.
El principal motivo de la excelencia de nuestra agua la encontramos en su origen, la Sierra Norte de Sevilla y Córdoba, donde la naturaleza geológica del terreno posee un bajo aporte de sales al agua embalsada. En consecuencia, las aguas de consumo con esa misma procedencia presentan unos niveles bajos de sales disueltas y por tanto unas magníficas características organolépticas (olor, sabor y color).
 
Independientemente de su calidad natural de origen, CIAR realiza diferentes controles y tomas diarias desde el origen y en la red de distribución. Localizando posibles contaminantes, examinando niveles de desinfección, medidas de cloro, turbidez, etc.
 
En busca de una mayor excelencia y mayor control, CIAR se encuentra en fase de implantación del certificado ISO 22000 de aseguramiento de calidad en la industria alimentaria, con el objetivo de identificar a tiempo real cualquier problema y poder realizar cualquier acción correctora sobre la calidad del agua antes de que llegue a nuestros grifos.