ARMESTO,
el cine como respuesta

Entrevistas

Vivimos un tiempo fascinante con preguntas que han de ser formuladas.

Jesús Armesto (1978) es ecijano, no puede negarlo. Su infancia, su familia, el amor por los rincones de la ciudad y un apellido que recuerda y sabe a Écija. Es callado hasta que comienza a hablar, es tímido hasta que empieza a rodar y sobre todo es un buen compañero de tertulia. Por todo eso y más, Ahora Magazine ha querido conocer más sobre este cineasta ecijano afincado en Barcelona.

Ahora Magazine: Desde este pequeño punto de Andalucía, el mundo del cine se ve como algo ficticio, casi irreal, muy lejano… ¿Cómo y cuándo empiezas a tener claro que quieres arriesgar y salir a buscar tu futuro?
 
Jesús Armesto: Mis padres tenían una cámara de fotos vieja, sin carrete, con una funda de piel marrón. Era muy pequeño pero me había aficionado a frecuentarla y a mirar a través de ella, sin tirar una foto, y mucho menos filmar. Me bastaba con mirar. Aunque puede ser que el punto de inflexión más narrativo llegase cuando, tras dejar la carrera, comencé un taller de creación audiovisual en Sevilla. Ahí filmé mis primeros planos y realicé mis primeros montajes. Un camino de no retorno.
 
AM: Tus primeros años estuvieron dedicados al estudio e incluso a la docencia, pero llegó la necesidad de crear ¿Es ese el momento en el que nace la necesidad de crear Almutafilm, tu propia productora?
 
JA: No. Almutafilm no es una creación mía, sino de mi padre. Cuando me dieron el premio de promoción en la escuela de cine, seleccionaron mi guión “Cuento de las dos orillas” para producirlo mediante una productora catalana ligada a la escuela. Creo que mi padre no se fió y quiso asegurar mis derechos como autor creando Almutafilm y entrando en la producción de aquel primer largometraje.
 
AM: Aunque profesionalmente estás ligado a Barcelona, es Andalucía la que te ha inspirado en tus trabajos más ambiciosos…
 
JA: Me embarqué en el 2005 en un proyecto de tremenda envergadura: crear una trilogía que abordara, desde distintos formatos, la problemática que tiene Andalucía con su propia identidad e Historia. Era una época en la que llevaba tres años viviendo en Barcelona, era muy joven, y añoraba muchas cosas de Andalucía. Comencé a estudiarla y en cierta medida a perseguir sus huellas biblioteca a biblioteca. La investigación es algo que me apasiona. Tenía la intuición de que no conocía la Historia de Andalucía y, tras los años, he podido comprobar que estaba en lo cierto. Sentí una extraña sensación por querer hacer justicia con una historia desconocida. La primera película de esta trilogía la dirigí en el 2007, la segunda el año pasado y espero
poder enfrentarme a la tercera dentro de otros 10 años, cuando esté preparado para ello. En medio, sigo trabajando en otros proyectos de otras temáticas.
 
AM: Tu primer gran proyecto, “Cuento de las dos orillas”, estaba lleno de poesía y repleto de preguntas.¿Fue el nacimiento de lo que hoy podríamos llamar tu estilo?
 
JA: De alguna manera sí. Desde entonces han pasado 12 años en los que he rodado mucho y en muy variados formatos, cosa que creo me ha permitido enriquecer el lenguaje (cinematográfico) liberándolo de la rigidez de la “academia” cinematográfica. Aunque es cierto que me identifican con un estilo particular, yo no tengo ninguna conciencia de él. Si hay algo en lo que siempre he puesto mucho empeño al trabajar, desde los primeros films, es la coherencia. Creo que es lo más complicado de conseguir en una película.
 
AM: Tu último proyecto estrenado, “Las llaves de la memoria”, nos abre una nueva reinterpretación de la historia de Al-Andalus…
 
JA: ¿Sabes qué me ha pasado con Las llaves? Que me he quedado descansando. He tardado muchos años en trabajar muchos de los fondos y conceptos que salen en el film. Es un trabajo atravesado de arriba a abajo por el tiempo y la maduración. Buscaba una obra en la que, al terminar, sintiera esta sensación de cierre y respiro. Y con este tema acarreaba mucho años con una espina clavada. En cuanto al film, efectivamente, en el mundo se está abriendo un proceso de reinterpretación de muchos conceptos que, por distintas razones, se dieron por ciertos y, en muchos casos, por dogmas. El caso de la Historia de Andalucía y, por tanto, de España, es así. En la película el espectador puede tener la vivencia, una recompensa que me parece significativa: creo que, aunque sale abierto a formularse preguntas y cuestionamientos, vive una especie de reconciliación.

Baltasar Garzón y Jsesús Armesto con motivo del documental sobre los refugiados de Calais.

Rodaje en Calais

AM: Después de casi un año desde su estreno, ¿satisfecho de su recorrido y su gran acogida en festivales?
 
JA: El hecho de ser seleccionados en el Festival de Cine Europeo de Sevilla el año pasado ayuda a que se abran muchas puertas.
El documental tiene un fuerte componente de investigación y académico. Eso ha hecho que muchas universidades de Epaña, Inglaterra, EE.UU. y Portugal lo hayan solicitado para incorporarlo en sus estudios. Y el hecho de que Filmin lo haya incorporado a su plataforma de distribución on line para España y Portugal es una gran satisfacción.
 
AM: En tu próximo documental nos muestras la realidad de los refugiados llegados a Calais. Has cambiado la historia por la actualidad…
 
JA: A Calais me llevó un sentimiento horrible de injusticia en el que de algún modo muy elocuente, me sentí convocado. Es posible que ese sea el propósito de esta obra, amplificar esa convocatoria al resto de la sociedad, para que, de ninguna de las maneras, esta realidad tan deshumanizada y terrible siga ocupando un espacio tan grande en nuestra indiferencia.
 
AM: ¿Cómo te ha cambiado este proyecto como persona y cineasta?
 
JA: Se ensancha la mirada. Con ellos he aprendido el fondo real de la palabra dignidad. Lo más duro no es ver lo mal que están
tantas personas (que lo es) sino descubrir la perversión y la gran capacidad de hacer daño que puede tener el ser humano. Tras eso, me he quedado algo huérfano, sin una referencia de conciliación. (Quizás por eso, está virado hacia la belleza).
 
AM: Para terminar, Jesús, la actualidad te llenará la cabeza de miles de posibles documentales, de preguntas que intentar resolver, ¿Cuál sería tu documental de mañana?
 
JA: Muchos son los temas que piden ser rescatados de muchos olvidos. Justamente esta semana preparo una de las últimas escenas-entrevistas para Los Burgueses de Calais. Mi elección para mañana es el Mediterráneo, convertido ya en la franja
fronteriza más extensa de la tierra, además de un cementerio líquido en el que también anda hundida nuestra indiferencia. Vivimos un tiempo fascinante con muchas preguntas que han de ser formuladas.