Cólicos del lactante

Reportajes

Por Rubén García Ruiz
Fisioterapeuta colegiado 41/113.
Lleva más de 20 años trabajando en Écija y posee una gran trayectoria profesional.

Convertirse en padres es sumergirse en un mundo totalmente nuevo, apasionante y sobre todo desconocido. Se abre ante nosotros un sinfín de responsabilidades, miedos e ilusiones. Tenemos que cambiar tanto nuestro día a día, que incluso debemos de aprender a marchas forzadas términos que antes solo nos sonaban de oídas. Uno de los más repetidos por los recién estrenados padres es el “Cólico del Lactante”.
¿Qué son los “cólicos del lactante” y cuáles son sus síntomas?
 
Se denomina cólico del lactante a un conjunto de síntomas muy conocidos para los padres, y que se presume que son consecuencia de la inmadurez del aparato digestivo del recién nacido.
 
Los cólicos suelen aparecer entre los quince días y los tres meses, aproximadamente. El bebé sufre molestias ocasionadas principalmente por espasmos o contracción dolorosa del intestino, habitualmente a últimas hora de la tarde o recién comenzada la noche. Los síntomas más característicos son:
 
– Fuerte llanto con movimientos de piernas y continuos intentos de empujar. Durante este tiempo, el bebé tiene dificultades con la deposición y con el eructo y, como consecuencia de estas molestias, también para dormir.
 
– Desde nuestra perspectiva, el cólico del lactante es un mecanismo de defensa del cuerpo que intenta activar el peristaltismo en aquellas zonas en que la inervación no es correcta y en las que se acumulan materiales de desecho y gases que es necesario evacuar, por lo que el cuerpo lo va activando a base de dolores “cólicos”, durante 2, 3 ó 4 meses, dependiendo de cada bebé.
 
¿Qué porcentaje de lactantes lo sufren?
 
La mayor parte de los bebés sufren de estos síntomas las primeras semanas, en algunos casos de forma más aguda que otros.
 
En esta época inicial, los bebés sufren molestias relacionadas con el aparato digestivo. Incluso parece que en la actualidad estas dolencias son más frecuentes en los recién nacidos que hace décadas. De una forma coloquial, se podría decir que, antes, “algún bebé tenía cólicos” y ahora diríamos que “algún bebé no los tiene”.
 
En cualquier caso, en unos años ha pasado de ser un trastorno sin diagnosticar a ser algo completamente sobre-diagnosticado. Hay que distinguir entre molestias, gases, etc., y el verdadero cólico del lactante, que se da en una incidencia mucho menor de lo que realmente se dice hoy día.
 
¿Qué hacer en caso de cólicos del lactante?
 
Primero, consulta con el pediatra y asegúrate de que el bebé no padece de algún otro problema. Él podrá valorar si pudiera existir alguna otra causa para las molestias (oídos, fiebre, infecciones, etc.).
 
De no ser así, conviene ayudar al bebé en lo que en cada momento necesite. Favorecer el eructo después de la toma, la deposición y el tránsito. Alimentarle de la forma y en la cantidad correcta y, en todo caso, nunca olvidar que la posición vertical siempre es más cómoda para las molestias digestivas que la horizontal.
 
En Osteopatía, sabemos que mejorando el peristaltismo intestinal a través de la inervación parasimpática, y a través de todo el abanico de técnicas manuales de las que disponemos, mejoramos en un porcentaje muy alto los problemas del bebé (y de los padres…)
 
En la mayoría de los casos, cuando no tenemos un cólico del lactante real, con una sola sesión y las instrucciones necesaria a los padres para tratar a su bebé en casa, conseguimos muy buenos resultados.
 
En los casos reales de cólicos, el bebé necesitará varias sesiones, pero siempre notará mejoría desde el principio.  
 
En el Centro Médico Rubén García estamos especializados en el tratamiento pediátrico de bebés y niños con necesidades especiales. Contamos con los mejores fisioterapeutas.

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