Los paramotores se han convertido en un elemento más del cielo ecijano, como las torres o las cigüeñas. Y detrás de esos anónimos pilotos, de los que solo conocemos el llamativo artilugio que dirigen, hay un club, un grupo de amigos y amantes de este deporte, Écija Vuela. Nuestra ciudad ha tenido siempre una constante relación con el aire. De hecho, una de las empresas más importantes de helicópteros, aunque ubicada en una localidad vecina, pertenece a una familia de nuestro municipio.
No son pocos los ecijanos que han dedicado su vida profesional a la aeronáutica: pilotos, ingenieros, mecánicos… Ya en las lejanas décadas de los 80 y 90, nació una afición al utraligero, llegando a haber más de una decena de aparatos y sus correspondientes pilotos. Desde el año 2006, quien reina en el aire astigitano son los paramotores y siguen teniendo un gran protagonismo en la actualidad.
Écija Vuela es un club sin ánimo de lucro, con idea de fomentar el deporte, reunir el máximo de pilotos posible para compartir experiencias comunes e ir aprendiendo cada vez más. Estas son las premisas de este grupo de amantes del aire. Y aunque todo comenzó como una afición, a día de hoy, el club es uno de los más numerosos y de mayor repercusión de España. Desde el año 2011, en busca de organizar oficialmente su afición, de conseguir una ubicación fija para la práctica y en pos de aprovechar las inmejorables condiciones meteorológicas y orográficas de nuestra zona, nace Écija Vuela como club.
