MODA FLAMENCA

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con firma ecijana

No hace mucho, la profesión de modista era netamente femenina. La mayor parte de las costureras realizaban su labor en sus propias casas, en lo que ahora se conoce como economía sumergida. Muchas de aquellas mujeres consiguieron sacar adelante a sus familias, o al menos, mejorar levemente su nivel de pobreza. En una época en que no todas podían permitirse un traje de flamenca, la única forma era confeccionárselo una misma o conocer a alguien que “cosiera para la calle”.

Hoy la cosa ha cambiado, pero no lo suficiente. Siguen existiendo empresas que mantienen este sistema, machacando el mercado, fomentando ese mal endémico de nuestro país que es la economía sumergida, a unos costes que rozan la miseria.
 
Afortunadamente, todavía existen soñadores, emprendedoras y emprendedores que quieren hacer las cosas bien y demuestran, con su éxito y sus logros, que es posible. Es el caso de las firmas Gámez&Gabella y Sofía Rivera, tres ecijanos que han elevado la moda flamenca a arte y a su modo de vida. Un ejemplo vivo de cómo renovar un traje tradicional que cumple ya más de 120 años, desde que en 1929 se consagrara en la Feria de Abril de Sevilla como vestimenta oficial de las mujeres y que, hoy en día, es el único traje regional que evoluciona con la moda y cuenta con un mercado en pleno crecimiento. Écija siempre ha contado con verdaderos y verdaderas artistas de la aguja y el patronaje flamenco, pero es hoy cuando dos firmas netamente locales han conseguido su hueco en el sector. Unos apostando por lo tradicional y otra por la renovación. Desde nuestra ciudad se diseñan y crean trajes de flamenca para toda España, presentes en la Feria de Abril, en las Ferias de Córdoba o Málaga y desfilando en las principales pasarelas.
 
Francisco José Aguilar Gámez y Manuel Bermudo Gabella están detrás de la firma Gámez&Gabella. Ellos han conseguido afianzar sus creaciones y consolidar su negocio. Unas instalaciones de más de 1000 metros cuadrados y 25 empleadas. Todo en Écija y con trabajadoras ecijanas. Teniendo desde el primer momento muy claro que las cosas hay que hacerlas bien desde el principio.
Sofía Rivera, con una larga tradición familiar y apoyada por la experiencia de su madre, Carmelina, apostó por la innovación, por subir de nivel el traje de flamenca. A mitad de camino entre Écija y Sevilla, ha cosechado no pocos éxitos con sus diseños y vestido a reconocidas celebridades de nuestro país. Dos ejemplos de éxito que representan con sus creaciones a Écija en todos los rincones de España.
 
Francisco José Aguilar Gámez y Manuel Bermudo Gabella (49 y 47 años respectivamente) son ecijanos. Amantes de la costura, del diseño, de la creación. Cuentan que sus primeros pasos fueron realizando trajes de comunión, de novia y de fiesta en general. La moda flamenca les llamó. Por pasión o por la gran demanda del sector, lo cierto es que hoy el traje de flamenca es el estandarte de su firma, Gámez&Gabella. Sus comienzos, como los de todas las grandes historias, fueron humildes. Los dos en un pequeño taller improvisado y cosiendo durante jornadas interminables. Mientras la mesa de corte se quedaba pequeña, los diseños iban depurándose y los clientes creciendo poco a poco. Hoy son 25 las trabajadoras que emplean. La improvisada mesa de corte y el pequeño taller se han convertido en una fábrica de más de 1000 metros cuadrados. Han afianzado un estilo y una estructura de empresa donde lo que prima son las cosas bien hechas. Donde lo primero y crucial es cuidar y mimar a sus trabajadoras y lo último, e igual de importante, ofrecer un producto de calidad, con diseños y precios adaptados a la exigencia del público. Ésa es su seña de identidad. Casi una década después, la empresa ha conseguido crear y mantener un estilo en sus diseños que la ha llevado a distribuir a clientes de toda España y Europa. 
Sofía Rivera comenzó su carrera profesional como periodista, su primera vocación. Las agujas y los hilos estuvieron presentes en casa desde que nació. El sonido de la máquina de coser de su madre, Carmelina, la acompañó durante toda su infancia. Tarde o temprano todo lo que había vivido terminaría saliendo. Hace casi 10 años y, tras su formación reglada en Diseño, volvió a su Écija natal. Con la ayuda de su mentora comenzó su sueño bajo el nombre de Carmelina Campuzano, con la clara intención de rendir un homenaje a la persona que la había inspirado e “intentando que el nombre de mi madre no se perdiera en el tiempo”. Sus comienzos estaban claros, tenían que ser en la moda flamenca. Sus creaciones, desde las primeras a las últimas, han estado marcadas por su espíritu renovador, innovando con el respeto que un traje tradicional se merece, pero apostando por llevar la moda flamenca a algo más. Una década después, tras años de duro trabajo, Sofía Rivera atesora muchos logros. Ha participado en multitud de desfiles y ha sido habitual en las pasarelas de SIMOF. Pero esta ecijana no se ha conformado y ha seguido estudiando, investigando y creciendo; creando su propia tienda y acercándose a diferentes ramos de la moda. Conocidas son sus creaciones en trajes de novia y de fiesta, todos marcados con su toque personal, ese aire andaluz, ese aire flamenco del que ha bebido toda su vida. Hoy, Sofía Rivera se ha tomado un respiro. Un paréntesis en su carrera para coger fuerzas, para tomar esa perspectiva que, sumergida en el día a día, es casi imposible de apreciar. Tiene claro que volverá. Sabe que la aguja y los hilos la reclamarán, más pronto que tarde y ella no hará oídos sordos.