Ahora Magazine sigue encontrando ecijanos que triunfan fuera de nuestra localidad. Volvemos al sector de los medios de comunicación para encontrarnos con otro ecijano que emigró para buscar su sueño y un sitio en el apasionante mundo de la radio. En este número, el turno es de Óscar García.
Óscar es ecijano, hijo de Salvador y María Luisa y el mayor de cuatro hermanos. Empezó a coquetear con la radio a los 12 años en Onda Genil Radio. Y ya en el instituto, compaginó su tiempo en el I.E.S. San Fulgencio y en Radio Écija, por aquel entonces Cadena Dial y anteriormente Cadena SER.
La cosa ya estaba clara: prácticas en Radio Córdoba, Periodismo en Madrid y más prácticas en la SER, trabajando y aprendiendo con los grandes: Antonio García Ferreras e Iñaki Gabilondo, entre otros.
Hoy, tras más de quince años en SER Toledo y como Director Regional de Contenidos en Castilla-La Mancha, ha vuelto a Madrid, donde la información política es su día a día. Este es Óscar García, aquel chaval que se grababa en su minicadena imitando a los locutores de los 40, y que hoy ha conseguido hacerse un hueco en el mundo de la radiodifusión española.
Ahora Magazine: Hemos dedicado en Ahora Magazine varias páginas a la radio y a los profesionales de este medio. Y ahora, otra vez la radio…
Óscar García: Me alegra que haya sido así, porque de una forma u otra, la radio es un medio que nos acompaña a todos, bien sea escuchándola o, como en mi caso, al otro lado del micrófono. Además, a muchas personas les interesa el medio: cómo se hace, qué cara tiene la persona que trabaja en tal o cual emisora… Está muy bien que dediquéis vuestro tiempo y espacio a hacer toda esta pedagogía. Así que muchas gracias.
A.M.: Es curioso que siendo Écija una ciudad de poco más de treinta y nueve mil habitantes haya dado tantos buenos profesionales a la radio…
Ó.G.: Si lo dices por mí, te lo agradezco, pero estoy simplemente en el camino (risas). Pero sí, hay grandes profesionales, como la familia Yélamo, por ejemplo. Con Antonio Yélamo, en concreto, tengo cierta relación porque compartimos empresa, la Cadena SER. Y además yo tuve la suerte de formarme en mis inicios con una de las mejores locutoras de radio de esta ciudad, como es Cari Marín. ¡Lo que esa mujer hizo por mí, aguantándome en Cadena Dial Écija todas las tardes, eso no lo sabe nadie! (risas).
A.M.: En tus años de adolescente, cuando empezaste a flirtear con el medio, ¿eras consciente de la importancia de la radio en nuestra ciudad?
Ó.G.: Siempre he pensado que Écija ha sido algo así como
una isla audiovisual, al menos cuando yo empecé en esto. Creo recordar que entre legales y alegales llegó a haber siete u ocho emisoras de radio, tres o cuatro televisiones locales… Creo que, sin ser muy conscientes, este panorama convirtió a Écija en una gran escuela, en mi caso particular de radio, donde a los que nos picaba el gusanillo se nos daba la oportunidad de poder aproximarnos al medio. Con el paso de los años, la fotografía ha cambiado y ahora me da pena que muchas de esas emisoras hayan cerrado por uno u otro motivo.
una isla audiovisual, al menos cuando yo empecé en esto. Creo recordar que entre legales y alegales llegó a haber siete u ocho emisoras de radio, tres o cuatro televisiones locales… Creo que, sin ser muy conscientes, este panorama convirtió a Écija en una gran escuela, en mi caso particular de radio, donde a los que nos picaba el gusanillo se nos daba la oportunidad de poder aproximarnos al medio. Con el paso de los años, la fotografía ha cambiado y ahora me da pena que muchas de esas emisoras hayan cerrado por uno u otro motivo.
A.M.: ¿Cómo un chico de instituto como tú llega a la radio, se enamora y decide dedicar su vida a ella?
O.G.: Bueno, concretamente era todavía un escolar. Tendría unos once ó doce años cuando una tarde, después del colegio ya no aguantaba más y necesitaba hacer radio de verdad, no sólo grabarme en casa con mi minicadena. Así que cogí de la mano a mi hermano pequeño y, en vez de ir a casa, fuimos a las instalaciones de Onda Genil Radio, que estaban justo al lado del colegio de El Carmen, donde yo estudié. Llegué allí, me presenté y les pedí literalmente que me dejaran hacer radio. ¡Y me dejaron! Yo no me lo creía. Y mi madre cuando llegué a casa para contarlo, tampoco. Pero sí, ahí con doce añitos hice mi primer programa que, para qué nos vamos a engañar, fue un auténtico desastre. Trataba de imitar lo que hacían en ‘Los 40 Principales’ pero te puedes imaginar que no llegaba ni por asomo (risas).
A.M.: Tras esta experiencia inicial en Onda Genil Radio, tu contacto, digamos, más profesional con la radio ya fue en la antigua Cadena SER en Écija, donde coincidiste con grandes profesionales, ¿qué recuerdas de aquellos primeros años?
Ó.G.: Sí, la verdad es que nunca dejé de intentar hacer radio en las emisoras nacionales que estaban ya implantadas en Écija y que a mí me parecía casi imposible acceder. Así traté de probar suerte en cadenas como Top Radio o Cadena Dial, que, como dices, era la antigua Cadena SER, aunque ya sólo emitía música en español. Y efectivamente, fue en esta segunda donde pasé muchísimas tardes de mi adolescencia aprendiendo de la mano de Cari Marín. Nunca podré estar del todo agradecido a Cari por todo el esfuerzo que dedicó en enseñarme cómo funcionaba una radio: desde poner o presentar un disco, grabar cuñas de publicidad, montarlas, o incluso a barrer la emisora porque allí hacíamos de todo (risas).
A.M.: Vuelvo a insistir en el tema, con tan solo 17/18 años decides pasar tu último verano antes de ir a la universidad viajando a Córdoba diariamente para hacer prácticas en la emisora de la SER en la capital.
Ó.G.: Había pasado un par de veranos haciendo radio musical y ya quería dedicarme a la información general, más aún cuando iba a empezar a estudiar Ciencias de la Información unos meses después. Así que comencé a hacer las que fueron mis primeras prácticas en la Cadena SER, efectivamente en Radio Córdoba. Allí tuve a otra gran maestra, como es María Eugenia Vílchez. Realmente fue algo más que una maestra. María Eugenia es mi ‘madre radiofónica’, la que confió en mí para mandarme a mis primeras ruedas de prensa, para enseñarme a escribir noticias y reportajes, la que me permitió hacer mis primeras conexiones nacionales en la SER para todo el país… Yo siempre digo que estudié cino años en la universidad, pero ninguno de ellos fue tan intenso como los veranos que yo pasé en Radio Córdoba junto a María Eugenia y, por supuesto, el resto de compañeros.
A.M.: De ahí a Madrid y, ya en la gran capital de la radio, vuelta a la SER
Ó.G.: Como en muchas ocasiones que antes te comentaba, también me planté un día en los estudios de Gran Vía y me presenté a quien entonces era el director de informativos de la Cadena SER, Antonio García Ferreras. Ferreras me obligó a hacer unas pruebas de acceso con las que las pasé canutas (risas). Pero las superé. Y entré en la SER en Madrid que, para un friki de la radio como yo, era como un sueño hecho realidad.
A.M.: Todos los que amamos la radio como profesión hemos tenido un referente, y ese es Iñaki Gabilondo. En aquellos primeros años de universidad ya te escuchábamos en algunas desconexiones nacionales. Écija, Córdoba y Madrid. Grandes saltos en poco tiempo.
Ó.G.: Si. Para mí fue un sueño hecho realidad poder entrar a formarme primero y a trabajar después en la Cadena SER. Imagínate la cara que se me quedó cuando lo primero que me dijo Ferreras fue que iría a trabajar directamente al equipo de Iñaki Gabilondo. Te juro que pensé que se habían equivocado de persona (risas). Sin embargo, hoy pienso que eso ocurrió porque antes pasé por las emisoras de Écija y de Córdoba y porque coincidí con personas maravillosas que me enseñaron mucho. Cari, María Eugenia, pero también otras muchas, por supuesto.
A.M.: ¿Cómo se sintió el jovencísimo Óscar en la Gran Vía rodeado de la mejor generación profesionales del medio?
Ó.G.: A mí me dio igual que me pusieran a trabajar en turno de 12 de la noche a 9 de la mañana, que solo durmiera tres o cuatro horas al día porque por las tardes tenía que ir a la universidad, que intentara también sacar adelante la carrera de Derecho… A mí todo eso me daba igual, porque estar trabajando en la mesa de al lado de Iñaki, quien era y seguirá siendo mi ídolo, no tenía precio. Otra de mis referencias radiofónicas sin duda es José Antonio Marcos, director del informativo Hora 14 de la Cadena SER, de quien también aprendí y sigo aprendiendo mucho. Y para mí también queda haber compartido micrófono con el gran Carlos Llamas, que en paz descanse.
«He alcanzado cierta madurez como profesional pero me quedan muchas cosas por hacer.»
A.M.: Has llevado a la par y con éxito, siempre de la mano, tu formación académica con tu formación práctica. ¿Ha sido duro?
Ó.G.: No, porque sarna con gusto no pica. Sin embargo, he de reconocer que el tiempo que tuve aquel turno de noche y tenía que ir por las tardes a las clases en la universidad, sí fue algo que ahora lo pienso y no sé cómo lo pude hacer. No sé de dónde saqué las fuerzas.
A.M.: Terminada tu primera etapa en Madrid te esperaban grandes proyectos en la SER…
Ó.G.: Sí, la dirección de la SER decidió que había que reforzar algunas emisoras y me enviaron a la de Toledo. Llegué en 2004 y he estado trabajando allí hasta febrero de 2017. Casi quince años, nada más y nada menos. Empecé como redactor y luego, en los últimos cinco años, he sido el Director Regional de Contenidos, algo así como el jefe de informativos, programas y deportes de todas las emisoras de la SER en Castilla-La Mancha.
A.M.: Tu currículo lo certifica, lo tuyo ha sido siempre la información…
Ó.G.: Sí, salvo unos meses que estuve trabajando en el programa Hoy por Hoy Toledo, el resto de mi trayectoria desde que empecé a hacer las prácticas en la SER siempre ha estado ligada a los informativos, a las noticias.
A.M.: Y ahora más concretamente el periodismo político…
Ó.G.: Eso es. Desde hace poco más de año y medio trabajo en la sección de Política de la Cadena SER siguiendo la información relativa a Ciudadanos. Paso la mayor parte del tiempo entre la sede de ese partido político y el Congreso de los Diputados.
A.M.: Después de tan largo bagaje, ¿en qué punto te encuentras?
Ó.G.: Pues siento que sí, que tengo ya una cierta experiencia en esto de la radio. Pero también siento que sigo aprendiendo cada día. Y además me gusta pensar que sigue siendo así. Noto que he alcanzado cierta madurez como profesional pero que, eso espero, me quedan muchas cosas por hacer.
A.M.: He oído decir a muchos compañeros de profesión que, con la llegada de las nuevas tecnologías, el periodismo, tal y como lo conocíamos, ha caducado. ¿Qué opinas?
Ó.G.: El periodismo es el periodismo. Lo podemos vestir de muchas formas, pero el periodismo como concepto, esa búsqueda de la verdad para contarla y hacerla saber a la gente, esa esencia yo creo que sigue siendo la misma a pesar de la enorme evolución tecnológica en la que estamos inmersos.
A.M.: También habrás oído mil veces anunciar la muerte
de la radio…
de la radio…
Ó.G.: (Risas) Sí, claro. La radio como medio no escapa de la transformación tecnológica. Pero hay algo que creo que es más importante. Son las costumbres de los oyentes, los consumos de radio. Es evidente que hoy no consumimos radio de igual manera que lo hacíamos hace diez ó quince años. Y creo que es ahí donde la radio como medio está tratando de abrirse camino para entender qué es lo que reclaman hoy en día los oyentes o, mejor dicho, para entender cómo lo que reclaman, que no deja de ser información de calidad, puede llegar mejor a ellos.
A.M.: Tú has vivido con plena conciencia el gran cambio tecnológico y la nueva vida del periodismo. ¿Has tenido que reciclarte o ha sido un proceso natural?
Ó.G.: Uno de los retos que me tocó afrontar durante mi etapa como Director de Contenidos de la SER en Castilla-La Mancha fue la puesta en funcionamiento de la nueva web regional de la Cadena SER en esa comunidad. Y esta responsabilidad claro que me obligó a reciclarme. No tenía ninguna formación en contenidos web, por no hablar de redes sociales. Todo un mundo por descubrir que además cambia por días. Lo que es válido hoy, mañana ya no. A mí no me ha costado adaptarme pero sí entiendo que haya generaciones posteriores a las que les suponga un
gran esfuerzo.
gran esfuerzo.
A.M.: Nos has contado tantas cosas que cualquiera pensaría que tienes más de medio siglo de profesión a tus espaldas. ¿Qué queda por hacer, cuáles son tus metas actuales?
Ó.G.: Pues, aunque pueda parecer un tópico, mi objetivo siempre ha sido ser feliz y pasármelo bien con mi profesión. No te voy a negar que todo haya sido un camino de rosas. No. He tenido etapas muy duras y otras, incluso, desagradables. Así que mi meta actual y principal sigue siendo esa, ser feliz con lo que hago. Por decirte algo, y aunque he podido colaborar ya con ese medio, me llama la atención la televisión.
A.M.: ¿Y Écija? ¿Entra en la ecuación o será el rincón para descansar y disfrutar de los tuyos?
Ó.G.: De momento, a Écija vengo de vez en cuando a ver a mi familia y, sobre todo, a disfrutar de mis tres sobrinos, a los cuales adoro. Pero nunca se sabe dónde puede terminar o por dónde puede continuar este viaje. En ‘El Alquimista’ de Paulo Coelho el protagonista hace un largo viaje tratando de encontrar el tesoro y resulta que al final el tesoro, o su felicidad, estaba en su ciudad de origen, que además era
en Andalucía.
en Andalucía.
A.M.: Nos encantará seguir escuchando tu voz, saber que eres paisano y gran profesional del periodismo y de la radio. Muchas gracias Óscar.
Ó.G.: Muchísimas gracias a vosotros, de verdad, y felicidades por vuestra revista.
El periodismo es el periodismo. Lo podemos vestir de muchas formas, pero esa búsqueda de la verdad sigue siendo la misma.