Rafa
RABAL

Entrevistas

Cuentan que los guitarristas flamencos son personas tímidas, introvertidas, siempre en segundo plano, detrás del músico o artistas que está delante. Los baterías, esos metrónomos humanos, cargan también con esa fama. Modestia y simpatía a partes iguales para el músico del fondo del escenario.

Rafa Rabal cuenta con ritmo hasta en su nombre. Con esas anécdotas infantiles que todo buen batería tiene sobre cómo no dejaba de hacer ruidos con cualquier objeto que se le pusiera por delante. Con esa timidez y anonimato que le proporciona ser el último de la fila delante de miles de espectadores.

Ahora Magazine: Todos pasamos por esa encrucijada de la post-pubertad o pre-adolescencia cuando comenzamos a trazar, o al menos intentar trazar, nuestro futuro. ¿De qué pasta está hecho un batería para elegir y apostar por ese camino? ¿qué tipo de pasta tiene Rafael Rabal?
 
Rafa Rabal: Pues te diría que es una persona que, en un momento determinado de su vida, después de haber hecho lo que la sociedad le marcaba; estudiar o al menos intentarlo (risas), trabajar en cosas “normales’’ (es una frase que suelo repetir mucho), pues se aleja de todo eso y apuesta por su pasión que es estar encima de los escenarios aporreando todo tipo de tambores.
 
A.M.: Entre todos los instrumentos, ¿por qué un adolescente se decide por la batería?
 
RR: Curioso, porque mis padres me preguntan lo mismo (risas). La verdad es que no sé. Creo que en cierta forma uno no elige al instrumento, más bien el instrumento te elige a ti. Quizás haya sido algo innato, no lo sé, pero puedo asegurarte que, desde que tengo uso de razón, tengo la necesidad de hacer sonar todo lo que se me pone por delante. Como anécdota siempre cuento que ese clásico castigo de primaria de ‘’copiar 100 veces’’ en mi caso era, “no debo de tocar el tambor”.
 
AM: Usando una metáfora futbolística, el batería es como el portero de un equipo de fútbol, imprescindible pero siempre atrás, escondido…
 
RR: La verdad es que sí, aunque no lo creas, llevamos más responsabilidad de lo que la gente cree, piensa que llevamos todo el peso y la pulsación en cualquier banda. Todo tiene que ser muy estable para que nada se tambalee. Cuando falla otro instrumento se camufla, cuando falla el batería todo el mundo se entera.
 
AM: Tenemos la suerte de vivir en una ciudad con tradición musical, ¿en qué te ha influido el ambiente de grupos y música de Écija para ser quién eres?
 
RR: Personalmente creo que bastante, siempre recordaré esos conciertos en el parque infantil a los cuales asistía siendo un imberbe adolescente, y en los que imaginaba que algún día yo estaría allí tocando. Respecto a la tradición musical o cultural, estoy totalmente de acuerdo y siempre lo comento allá donde voy, Tenemos mucha suerte y muchísimo talento en nuestra ciudad, hay mucho nivel y además en diferentes disciplinas artísticas.
 
AM: Tiene que haber un punto de inflexión en tu carrera musical, ¿en qué momento todo cambia, en qué momento te dices “puedo dedicarme a esto”?
 
RR: Todo comienza al terminar mis estudios y trasladarme a una ciudad más grande y de forma definitiva. Ese fue el primer y más serio acercamiento a formaciones de la capital, a músicos conocidos, ambientes profesionales y los primeros trabajos. Aquello fue por 2009-2010. Dos años más tarde comienzo mi primera gira en serio, empiezas a acompañar a artistas reconocidos, giras por todo el país; viajas al extranjero y comienzas a ver que todas tus facturas se pagan con la música. Ése es el verdadero punto de inflexión; ahí es cuando dices ‘’ya no hay vuelta atrás ‘’.
 
AM: Actualmente no formas parte de ningún grupo fijo, ¿te defines como un músico de estudio, de directos? ¿Estás cómodo en ese papel o añoras una formación fija?
 
RR: La verdad es que es una gran pregunta, creo que es una lucha constante en todo músico freelance, que al fin y al cabo es lo que soy. Pongo mi trabajo al servicio de los demás porque me gusta, pero también porque vivo de ello. Por otro lado, siempre queda ese lado romántico de por lo que empezaste en esta disciplina, de tocar lo que te gusta y disfrutar con ello. Es un camino entre tus proyectos personales y los trabajos de acompañar y grabar para los demás. Ciertamente me encanta el directo, grabar en estudio e impartir clases de batería, me siento muy cómodo en todas estas modalidades dentro de mi especialidad e intento disfrutar al máximo de todo ello.
 
AM: Has pisado escenarios de media España y Europa, marcado el ritmo a grandes artistas… la lista es interminable ¿con qué te quedas, qué momento te ha marcado?A
 
RR: La verdad, como siempre digo, no puedo quejarme para nada. Trabajo en lo que me gusta y he tenido suerte de trabajar con gente que merece la pena y con muchos a los que admiro, es una sensación genial a la vez que extraña compartir escenario con alguien al que escuchas y admiras. Actualmente, me encuentro inmerso en la gira ‘’La calma’’ de Pastora Soler, una extensa gira de año y medio con la cual, aparte de disfrutar muchísimo de una de las mejores voces de este país, estamos tocando en sitios que jamás imaginé pisar. Por otro lado, he acompañado a gente de todos los estilos como Mike Vernon (Historia viva del blues), Hugo Salazar (OT), Antílopez, Manuel Muñoz (La Voz), Nolasco, Mario Díaz (Los Aslándticos), Jesús Bienvenido, al musical We love Queen, a la banda del programa de Manu Sánchez (la Sexta), Fondo Flamenco, Erpeche, Rasel y un largo etcétera. Y además de grabar para muchísimos artistas de diferentes estilos, curiosamente, he tenido recientemente la oportunidad de grabar con Kiko Veneno, o grabar para Fran Cortés (hijo de Chiquetete y gran amigo). Me gusta ser todoterreno.

 
AM: Eres un habitual de las redes sociales, mostrando tus momentos, conciertos, grabaciones y viajes. Y hemos leído muchas reflexiones sobre la carretera. ¿Es tan dura como dicen o forma parte de la vida del músico y se acepta como tal?
 
RR: Puedo entender que la gente sólo vea la parte glamurosa y vistosa de esta profesión, pero hay mucho más allá, son muchas horas en carretera, pocas horas de sueño entre un bolo y otro, mucha presión para que todo salga bien, muchas horas de preparación que, en muchos casos, por no decirte en una buena mayoría, no se pagan. Como dice un compañero ‘’nadie nos ha obligado’’, lo hemos elegido porque queremos y amamos nuestra profesión, pero eso no quita que se haga ver la cara ‘’B’’ de este negocio.
 
AM: Desde tu situación actual, supongo que tendrás muchos sueños por cumplir, pero ¿cómo te ves o cómo quieres verte en 5 o 10 años?
 
RR: A menudo me pregunto esto, siempre digo que trabajar en esto ya es un regalazo. Me considero afortunado y si sigue siendo así pues me reafirmaré más aún. ¿Dónde me veo? No sé, al final tienes que pensar en el presente para disfrutarlo, seguir trabajando duro, seguir formándote, dando lo máximo de ti, persiguiendo y soñando hacia dónde quieres ir, pero siempre con los pies puestos en la realidad y en el presente. Lo demás imagino que llegará… o no, ¿quién sabe?  
 

Desde que tengo uso de razón, tengo la necesidad de hacer sonar todo lo que se me pone por delante.