Repostería
San Martín
de Porres

Publirreportajes

DE ÉCIJA para el mundo

Cuando la familia Álvarez, allá por los primeros años 60, inauguró la primera fábrica de San Martín de Porres, no podía llegar a imaginar lo que la empresa y sus productos iban a suponer para la ciudad de Écija.

Rafael Álvarez, patriarca de la familia, era una persona muy religiosa, devoto de las Monjas Florentinas y estas a su vez devotas de San Martín de Porres, de ahí el nombre de uno de los emblemas gastronómicos y empresariales de nuestra ciudad.
Nuestra primera fábrica, situada en el corazón de la ciudad, en el conocido barrio de .la Plaza de Toros., era una gran familia. Era común ver a las trabajadoras, multitud de ellas, con su bata de cuadros, entrando y saliendo de la fábrica, en descansos para el bocadillo y aportando dinamismo y vida a todo el barrio. Durante las décadas de los 70 y 80, era difícil no tener una amiga o un familiar que no trabajara entre martinitos y tortas de manteca.
 
Ya en los años 90 la familia Arroyo se hace cargo de San Martín de Porres. Era tal el espíritu familiar que en aquellos años se puso a disposición de todo el personal una piscina anexa a la fábrica en la que los empleados disfrutaban con sus familias en los meses más calurosos.
 
Los nuevos propietarios, originales de Puente Genil, apuestan por una nueva fábrica, que es construida en el Polígono La Campiña en el año 2002, convirtiéndola en su única sede. Desde el nacimiento de San Martín de Porres, la vinculación de la empresa con la ciudad ha sido siempre profunda y sincera. Desde sus inicios, el compromiso social y económico ha sido enorme. San Martín de Porres está unida a la ciudad de Écija de tal forma que se produce una identificación entre ambas. Hoy queremos, más que nunca, seguir devolviendo a la ciudad lo que ésta nos ha dado.
Écija, su historia y su gente están presentes en cada apuesta de la empresa. Cada nuevo producto está pensando al gusto del ecijano… y de ahí para el mundo.
 
La ciudad le ha aportado a la empresa su perfil, su espíritu y nuestra marca. Allá donde está presente San Martín de Porres asociado al nombre de Écija, conseguimos que nuestros clientes nos vean como queremos ser, una empresa tradicional que ofrece un producto natural, heredera de todo lo que le ha aportado la ciudad.
 
En la actualidad, San Martín de Porres sigue participando activamente en el tejido social y económico de la localidad, es la ciudad la que nos sigue regalando su cariño, como el reciente reconocimiento por parte de la Asociación Amigos de Écija al nombrar nuestra Torta de Manteca Patrimonio Gastronómico de la ciudad.
Hoy en día, San Martín de Porres está presente en toda España e internacionalmente en países como Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica, México, y EE.UU. Y gran parte de todo lo logrado se lo debemos a nuestra ciudad.
 
¡Gracias Écija!